Culmina una etapa en la que nuestros jóvenes disfrutaron de cada proceso de aprendizaje, dedicaron tiempo a la consolidación de su personalidad; aprendieron a creer en sí mismos y, a pesar de los obstáculos, siempre encontraron un nuevo día para levantarse y continuar el camino. Se trazaron metas que los llevaron a alcanzar el escalón más alto de sus sueños temporales: la graduación como bachilleres.

Hoy, más orgullosos que nunca podemos decir Gracias… a ustedes jóvenes y a sus familias por creer y hacer parte de este gran sueño, por permitirnos crecer junto a ustedes y enriquecernos con sus experiencias y enseñanzas; no olviden que este es su hogar y que siempre estaremos prestos para acompañarlos en los procesos de crecimiento profesional y personal.

¡Felicidades! Recuerden: Los mejores sueños son los que uno tiene cuando está despierto…

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